Hace más de seis siglos, las personas que habitaban Vitoria, en un contexto en el que debían afrontar grandes riesgos y carencias en su vida cotidiana para sobrevivir, fueron capaces de auto-organizarse y constituir una comunidad vecinal -las vecindades vitorianas- con la que, sin la intervención ni dependencia de poder institucional alguno, hacer frente de forma colectiva y mediante el apoyo mutuo a los retos que esa supervivencia les planteaba. Sin embargo, la historiografía no ha prestado atención suficiente a cuestiones básicas que se abordan en estas páginas: su repercusión en la vida de aquellas gentes, las razones que llevaron a su creación y, posteriormente, a su declive y desaparición.
Cuando el colectivo vecinal del Casco Viejo vitoriano denominado Egin Ayllu se planteó este libro, su objetivo no podía ser otro que fijar la mirada en diferentes culturas, tiempos y latitudes para ver hasta qué punto las formas de organización comunitaria han sido una constante en la Historia. Cada vez que las colectividades han tenido que hacer frente a sus necesidades y sueños han utilizado algo tan básico como el puro sentido común y las herramientas que le son más propias: la solidaridad, el trabajo y la fiesta compartidos.
Este libro también nos plantea cómo podemos aprender hoy en día de los errores y aciertos que nos ofrecen las experiencias históricas y nos anima a «ponernos manos a la obra en esa apasionante tarea de auto-organizarnos, para que el presente y el futuro de nuestros barrios lo decidan sus propios vecindarios».